Por muchas veces que haya ido es un destino que siempre me atrae. Y es que nuestros viajes a Japón son siempre muy especiales, memorables y únicos (además del gran significado especial que conllevan).
Son viajes en los que uno acaba agotado, pero en el buen sentido. Son solo unas semanas pero cunden como si fueran meses, compartiendo momentos con un montón de compañeros Budokas, Bujutsukas y demás, y saboreando cada instante.
Ahora, tras la pandemia, tengo la sensación de que hace nada que estábamos allí. Supongo que es porque, como a muchos de nosotros nos debe de pasar, mi cabeza ha borrado gran parte de los últimos 2 años y parece que fuera ayer cuando estábamos allí entrenando en Osaka y Kyoto.
Contamos ya los días para poder estar de nuevo en sus calles y Dojos, respirando su aire, su cultura y su belleza. Respirando Japón.